Thursday, December 6, 2012

El incidente Fierro/Benton.

William Benton era un ciudadano inglés, había nacido en Escocia en 1892, era dueño de la Hacienda de los Remedios, cerca de Santa Isabel, Chih., que tenía una superficie de 129 mil hectáreas, muchas de ellas robadas a los vecinos, ya que gozaba de ciertas consideraciones especiales. Cercaba potreros, limitaba el acceso a las aguas, ayudaba a los colorados(orozquistas) y a los huertistas, y había efectuado varios asesinatos amparado por el clan Terrazas–Creel y por eso había ganado la fama de valiente. Era enemigo de la revolución, se quejaba en la prensa del bandidaje y vivía bajo la protección de los rurales. (el cuerpo de policias de Porfirio Diaz)

   Llegó a México buscando minas de oro en Durango y le fue relativamente bien. Se casó con una mexicana de familia rica y se hizo ganadero. La Hacienda de los Remedios valía en ese entonces un millón de dólares y el ganado otro tanto.

          En una reunión del Club de  Periodistas Extranjeros en la ciudad de Chihuahua, un periodista gringo le dio una bofetada, por hacer comentarios desagradables de las mujeres estadounidenses. Luis Aguirre Benavides lo describe de la siguiente manera: «Era Benton el tipo de extranjero odioso, seguro de la superioridad de su raza, arbitrario y despótico, que hacía padecer a los peones los rigores de los encomenderos».
           
 Cuando inició el alzamiento maderista, los revolucionarios le pidieron dinero contra un vale cuando pasaban por su hacienda, Benton apeló a Cástulo Herrera(padre de Maclovio Herrera), quien por instrucciones de Madero que no quería conflictos con extranjeros, le dio la razón. El asunto casi terminó a tiros. Benton denunció a los revolucionarios como cuatreros ante Abraham González. El 15 de febrero de 1913 viajó de Chihuahua a Ciudad Juárez y anduvo pregonando que «no le tenía miedo a nadie» y «que quería ir a ver a Villa y decirle lo que pensaba de él». Después de un primer intento frustrado, llegó a las oficinas de Villa en el cuartel de la calle Lerdo, con un acompañante gringo. Iba algo tomado porque tenía la fama de ser aficionado al whisky. Dejó a su acompañante en la entrada, sentado en una banca. Iba vestido con un uniforme caqui similar al del ejército estadounidense, por lo que fue fácil colarse entre los guardias que lo dejaron pasar. Traía fajada una pistola belga con cartucho cortado. Llegó hasta dentro del cuartel. En la habitación de Villa estaban con él, Luis y Eugenio Aguirre Benavides, Rodolfo Fierro, Hipólito Villa, un peluquero, el cocinero y Carlos Jáuregui(el joven que ayudo a Villa a escapar de prision), que iba a llevar a Estados  Unidos al hijo adoptivo de Villa, Francisco Gil Piñón, de 13 años y también estaba presente Doña Luz Corral.
           
Francisco Gil Piñón Carbajal era originario de San Buenaventura. En una ocasión en que Villa fue al Valle con sus hombres, le prepararon un recibimiento. Un revolucionario le escribió y asignó el discurso de bienvenida a Francisco Gil Piñón. El temperamento y expresiones del niño impactaron a Villa, que se bajó del caballo y lo abrazó diciéndole:«gente como usted necesita México, ruéguele a Dios que tome pronto Chihuahua para mandar por usted y hacerme cargo de su educación». Villa cumplió su promesa y con el permiso de su madre lo envío a estudiar a EE.UU. Estudió en el Palmore Business College en el Paso, Texas, en el State College de las Cruces, Nuevo México., en el Mount Tamalpais Military Academy cerca de San Francisco, Calif. y en el Baylor University, en Hueco, Texas. En este último colegio tuvo como compañero a quien más tarde fuera presidente de los EU, Harry Truman.
            
Francisco Piñón fue un hombre de todas las confianzas de Villa, fue el administrador de la hacienda de Canutillo, Durango hasta el asesinato del General. El día del asesinato de Benton, Piñón estaba en la habitación contigua con Doña Luz Corral. Benton se metió a la habitación sin anunciarse y sin más preguntó: « ¿Quién de ustedes es el general Villa?» El general volteó a verlo y le contestó:
            —Yo soy, a sus órdenes.
            Entonces Benton le dijo en un tono muy imperioso.
            Vengo a que me dé un salvoconducto para sacar mi ganado de la Hacienda de los Remedios porque ya me cansé de que los revolucionarios me lo sigan robando.
            Villa se levantó indignado  y le contestó de un modo áspero, por la manera altanera de Benton y le dijo:
            —No señor, no le doy nada, porque ustedes los extranjeros se han enriquecido aquí con el sudor de los mexicanos y tienen la obligación de sufrir las consecuencias de la guerra igual que todos. Es muy justo que ustedes los extranjeros sufran igual que cualquier mexicano y hágame el favor de salir inmediatamente de aquí.
  
  Benton que no esperaba una respuesta tan seca del general le contestó:
            —Yo soy hombre que no se deja robar por un bandido como usted  (y se llevó la mano a las cachas de su pistola). Villa se abalanzó sobre él, pero Fierro que estaba a su lado lo sujetó, y empezaron a forcejear tratando cada uno de sacar su arma. Finalmente Fierro que era un individuo muy fuerte dominó a Benton y con su pistola le dio dos balazos.
          
  Piñón menciona que a mitad de la sala envolvieron el cuerpo del escocés con un tapete de la recamara y lo amarraron con unos cordones y se lo llevaron para enterrarlo(algunos dicen que Benton no iba muerto todavia,y que agonizante le decia a Fierro"Fierrito,haz el hoyo mas grande porque de aqui a la noche me sacan los coyotes"). Con el asesinato se creó un conflicto internacional con el gobierno británico. Cuando la situación se tornó difícil, cambiaron los hechos e hicieron parecer que Benton había sido fusilado. Carranza intervino ajustando el caso a ciertas normas de Derecho Internacional. El cadáver se exhumó para entregarlo a sus familiares, se sugirió acribillar a balazos el cadáver para demostrar un fusilamiento, pero el médico advirtió que los nuevos impactos serían identificados como posteriores. Afortunadamente el conflicto se solucionó por la vía diplomática y hasta ahí las cosas.

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