El ala derecha,compuesta por el Gral Candelario Cervantes y sus hombres y algunos soldados de la escolta de Dorados.Por el centro,el implacable y temerario General Pablo Lopez Aguirre.Cubriendo el flanco izquierdo,Nicolás Fernandez y Francisco Beltrán.
En una de sus últimas platicas con sus tropas,el Gral Villa anuncia que el Coronel Nicolás Fernandez ha sido ascendido a General.
Al grito de:
"Viva Villa"
"Viva México"
"Matémos a Ravel y a los gringos"
Ese nueve de marzo,los Mausers villistas rugían,el ataque a Columbus había comenzado.
Eran las dos de la madrugada cuando hizo su entrada la columna villista. Los reflectores de la muerte, manejados por los expertos americanos allá en Agua Prieta, iban a ser reemplazados por las antorchas vengadoras que los hombres de Villa traían en visita pasajera a aquel pueblo americano. En un segundo se inició la destrucción: El primero en arder fue el Hotel Comercial; Pablo López le prendió fuego. Luego el Banco; Martín López voló las cajas. Después la Oficina Postal y las casas de los americanos antivillistas. El fuego se extendió en parte de la población. Rifle en mano los soldados de Villa recorrían las calles. En esos momentos no combatían porque no tenían con quién, los centinelas habían sido muertos, pero esperaron que se organizaran los asustados soldados norteamericanos. [...] Los soldados americanos, al mando del general Herbert L. Slocum, Jefe del 13º Regimiento del Ejército, entraron al combate. Las ametralladoras americanas dispararon inútilmente. Los soldados mexicanos no se amedrentaron y entablaron combate cuerpo a cuerpo. Las llamas del incendio denunciaban a los soldados americanos, cazados por las balas de su enemigo con la misma falta de piedad que ellos tuvieron en Agua Prieta, cuando ayudaron a Elías Calles a combatir al general José Rodríguez. La sonrisa franca del Centauro del Norte, se hizo amplia: fiereza en sus ojos, agilidad en sus manos, exactitud en sus tiros, mientras su cerebro trabajaba y dictaba con precisión la ahora de la retirada. Allí demostró a los militares del ejército americano, sostenedores del Presidente Wilson, que él y sus hombres personalmente no les tenían miedo y llegaban hasta ellos, dispuestos a demostrarles su desprecio. Se batieron como era costumbre en ellos,buscaron en todas las casas,pero Samuel Ravel,el judío traidor que buscaban se encontraba en El Paso Texas,viendo a su dentista.
Ese 9 de marzo, sorprendió a los americanos la noticia de que Francisco Villa había atacado la guarnición militar de Columbus y de paso casi destruyó el pueblo. Como a eso de las 7:30 de la mañana un clarín se escuchó entre los atacantes, que ordenaba la retirada.
Las tropas americanas siguieron a los invasores adentrándose más allá
de 5 kilómetros en territorio Mexicano, de donde habrían de ser
rechazados por la gente de Villa. Los partes militares de los americanos
reportaron más de 300 bajas de los atacantes y de ellos sólo 18, nada
creíble, ya que las fuerzas de Francisco Villa la componían 400 hombres,
mientras que la del destacamento americano la integraban 600 soldados.
La noticia estremeció no sólo a los Estados Unidos, sino a las propias
autoridades mexicanas que encabezaba don Venustiano Carranza, mientras
que el presidente de los Estados Unidos era Woodrow Wilson.
El día 15 de marzo de 1916, sin formalidad diplomática alguna,desfilaron 20,000(entre norteamericanos y carrancistas) hombres invadiendo el estado de Chihuahua, se utilizaron aviones, automóviles,
motocicletas, camiones y hasta los primeros carros que posteriormente
serían los famosos tanques de guerra. Fue la última vez que se utilizó
la caballería como tal en el ejercito de los Estados Unidos; soldados
experimentados en otras guerras como la de las Filipinas vinieron a
México a buscar a Villa en una expedición que costó millones de dolares y duró once meses.
El 27 de marzo de 1916, en el pueblo de Guerrero,
casi en el centro de Chihuahua, se encontró con soldados carrancistas;
hubo una escaramuza y Villa resultó herido en la pierna derecha. Esta
situación le impedía luchar, así que era necesario ocultarse por algún
tiempo. Con dos centenares de soldados se fue a Cieneguilla. De ahí,
acompañado sólo por dos primos y dos cuñados se dirigió al pueblo de
Santa Ana donde indicó a sus cuñados que se alejaran y pidió a sus dos
primos(oriundos de San Juan del Rio,Durango), que lo subieran a la “Cueva del Coscomate” localizada en una
montaña cercana. El escondite sólo tenía espacio para tres personas,
pero gozaba de una excelente ubicación que permitía vigilar todo el
valle. Ahí,el legendario General duranguense permanecería desde el 2 de abril hasta mediados de
junio.
Cuando hubo mejorado un poco, abandonó la cueva para
reunirse con los villistas dispersos. Ya al mando de sus soldados, se
posicionó estratégicamente en Chihuahua al vencer a los carrancistas en
varias ocasiones y al burlar a las fuerzas estadounidenses. Éstas
últimas regresaron a su país,con las manos vacias el 7 de febrero de 1917 sin haber logrado
su objetivo.
El General Pershing exclamó derrotado,antes de abandonar suelo mexicano que"buscar a Villa era como buscar una aguja en un pajar".
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