General Juan Bautista Vargas Arreola

El General de brigada Juan Bautista Vargas Arreola nació en Ocotán Durango,en julio 24 de 1890,hijo de Tomás Vargas y Manuela Arreola de Vargas.Muy pequeño aún se fue su familia a vivir a Canatlán,en el mismo estado de Durango.

Desde principios de 1910 se dedicó  al desempeño de comisiones de la campaña antirrelecionista en el estado de Chihuahua,de donde era gobernador Abraham Gonzalez,una de esas comisiones fue ir a Parral,a conferenciar con Cástulo Herrera y Guillermo Baca,finalmente el 20 de noviembre de 1910,Vargas Arreola se levantó en armas en Parral,por instrucciones de Madero y Gonzalez.Salió por la sierra reuniendo revolucionarios y expedicionó hasta el Rio Bravo para recoger parque del lado americano y luego unirse a Madero,que ya cruzaba a territorio mexicano para ponerse al frente de la Revolución.

Tomó parte activa en los primeros y más importantes combates,como los de Guadalupe y Chihuahua,donde consiguió su primer grado,el de capitán segundo.En el combate en Casas Grandes donde fue herido Madero,le toco al  entonces capitán Vargas Arreola escoltarlo con su guerrilla para sacarlo de la zona de peligro,dias despues lo condujo a Rubio,donde se encontró con Villa,en la batalla de Ciudad Juarez en mayo de 1911 fue ascendido a capitán primero.

En 1912,durante la insurrección de Pascual Orozco quedo incorporado a la gente al mando de Raúl Madero,e incorporado a"Los carabineros de Nuevo León".

Después del cuartelazo en la Ciudadela se unió a las fuerzas de los generales Mariano y Domingo Arrieta en Durango,tomando parte en todos los combates desde Santiago Papasquiaro,hasta la toma definitiva de la ciudad de Durango,donde ascendió al grado de mayor.

En septiembre de 1913 se incorporó a las tropas de la División del Norte,donde permaneció hasta 1917,tomando parte en en todas las mas brillantes campañas y acciones de guerra en el cuerpo de Dorados,al cual el y sus hermanos,Joaquin,Ramón y Cipriano pertenecían.

Después de la Convención de Aguascalientes y fiel a su jefe,el General Villa,tomó parte en todos los combates de importancia contra los carrancistas(en Actopan y Pachuca,SLP,Celaya,León,Aguascalientes(en una ocasión el Gral Vargas Arreola le salvó la vida a Villa,en un rancho en Baviacora donde los habian rodeado las fuerzas del Gral Francisco Murguia,en un hecho que luego relataré.

Al declive de la División del Norte permaneció con Francisco Villa en la expedición a Sonora,cuando las fuerzas del Gral Pershing penetraron a territorio mexicano,en la famosa"Expedición Punitiva" al Gral Vargas Arreola le correspondió combatirla como jefe del primer regimiento de la Brigada Villa,este regimiento tuvo que replegarse a Namiquipa,pero la persecución y el acoso de Vargas y su gente obligaron a los "punitivos"a replegarse a Casas Grandes y Colonia Dublán.Combatió y derrotó al séptimo regimiento de caballería,comandado por el Coronel George Dood en La Jabonera,en abril de 1916,donde lo que quedaba de la ya extinta División del Norte combatia a carrancistas y punitivos al mismo tiempo.

En Durango en 1917,resultó herido mas gravemente que otras veces,a falta de recursos quirúrgicos necesarios fue llevado a El Paso,Texas para su recuperación,esta vez creyó que quedaria inútil para el servivio de armas,por lo que causo baja de las ya alicaidas fuerzas villistas.

En enero de 1920,y ya recuperado totalmente de sus heridas regresó a La Laguna a sembrar algodón,donde casi inmediatamente fue llamado por el  Gral Obregón para organizar levantamientos en ese estado,en apoyo al Plan de Agua Prieta.

En 1920 le fue reconocido su grado de coronel de caballería en el Ejercito Mexicano,a partir de entonces quedó comisionado en la Presidencia de la República,tanto en el Departamento de Caballería,como en el Estado Mayor Presidencial.

Cuando vino el levantamiento de los cristeros organizo el 84 Regimiento y con el combatió en Zacatecas y Jalisco,durante los años 1927 y 1928.

Su actuación militar durante esos años fue tan brillante que le valio su ascenso a General Brigadier por méritos en campaña,el Gral Vargas Arreola continuó siempre en servicio activo y cuando murió el 13 de diciembre de 1947 ,era General de Brigada y comandante de la 17 zona militar,con sede en la Ciudad de Queretaro,además de su legado,Vargas Arreola escribió el que en mi opinión es el mejor libro escrito por un soldado villista,"A sangre y fuego con Pancho Villa".

Rodolfo Fierro,la bestia hermosa.Ernesto Gámez.PDF

Rostro oscuro completamente afeitado, cabellos que eran casi cerdas, lacios, rígidos, negros; boca de perro de presa, manos poderosas, torso erguido y piernas de músculos boludos que apretaban los flancos del caballo como si fueran garra de águila. Aquel hombre se llamaba Rodolfo Fierro; había sido ferrocarrilero y después fue bandido, dedo meñique del Jefe de la División del Norte, asesino brutal e implacable, de pistola certera y dedo índice que no se cansó nunca de tirar el gatillo,asi fue el fiel,famoso y atrabiliario"Fierrito".
Rodolfo Fierro,la bestia hermosa,vida y obra del General Fierro,libro en PDF,a continuación.

http://es.scribd.com/doc/104339484/Rodolfo-Fierro

General Pablo Lopez

¿Qué si conocí a Pablo López? En desde en antes, así era de chiquito –Nabor apunta con su brazo derecho a la altura de sus rodillas dándole verticalidad a su índice calloso para mostrar la altura del personaje requerido a su esponjosa memoria. - Nació en el Charco, una de las haciendas más prósperas del estado de Chihuahua en 1889. Échele números pal diez apenas si tenía veinte años cumplidos. Su nombre de pila era el mismo que se conoce: Pablo López.

Al igual que su hermano Martin Lopez fueron hombres de estirpe revolucionaria y siempre fieles al villismo,tanto que Villa y Luz Corral los trataban como sus propios hijos.

Por conjurar e incitar a la rebelión en contra del orden establecido por el gobierno revolucionario y constitucionalista. Por el asesinato de diecisiete ciudadanos norteamericanos pacíficos que se dirigían a Cusihuiriachi Chihuahua con el único afán de explorar aquella rica zona minera. Por haber invadido a los Estados Unidos en el ataque a Columbus el día nueve de marzo de este año de gracia, poniendo a nuestro valeroso país al borde de la guerra con aquella nación amiga. Y por ser aliado incondicional del enemigo número uno del gobierno el bandolero Pancho Villa. El Supremo Tribunal de Guerra lo declaraba culpable de todos los cargos atribuidos y le sentenciaba a morir pasado por las armas a las doce del medio día del cinco de junio de mil novecientos dieciséis en esta ciudad de Chihuahua en público de la gente.

"Se agolparon en mi pecho las derrotas, la sangre derramada, la retirada que nos habia devuelto a las montañas. Todo el andar en el camino a la gran capital fue de vivas y alientos. Desfilamos entre calles tapizadas de flores lanzadas desde los balcones por las manos de miles de muchachas que a nuestro paso también disparaban las frases más hermosas que haya oído en mi vida, lo mismo fue en Aguascalientes, en Querétaro, en la Capital… El regreso fue otra cosa: el dolor confundido con el grito en los heridas, ríos repletos, despojados por tanta lagrima que nos costó ver lo que vimos, la caída de la División del Norte, al General tirando al norte, a nuestro norte, y más que eso, nos dolieron las traiciones, esas son las dagas que te apuntan al mero corazón, los meros leones se cuartearon, tomaron por suyo el bando de la traición y se unieron a los perfumados".

"En la entrada que nos dimos en Columbus resulté herido de las dos piernas, tuve por hospital la sierra de Chihuahua y como no pasaria a la historia por ser del bando de los “malos” mi refugio ya había sido bautizado y su nombre remontaria sobre los tiempos de los tiempos: La cueva de Pablo López, aunque mis adentros me dicen lo que yo quisiera: que la nación mexicana tuviera de mis esfuerzos por la patria tan solo un poco de consideración. Qué bien se leería: Escuela Elemental Pablo López. Otra cosa sería. Por la escuela el gusto me vino a mas desde que el General nos hizo a todos oficiales de su tropa buscar y reunir a todos los niños huérfanos de guerra o de pestes que en aquel tiempo en mucho se apreciaban, con ellos formamos las primeras escuelas de la revolución. Pero ahora lo único verdadero es que el paredón me aguarda. Ya oigo las órdenes y los redobles llenos de orgullo de los que viene por mí. Ellos me fusilarían sin saber que acaban a un hermano más. Los que vienen los trae el viento de la victoria que ahora les pertenece, pero no saben que mi muerte y las muertes de los que quedan se llevaran consigo la esperanza que nació en Cerro Prieto, Las Escobas, Tierra Blanca, Paredón, Zacatecas, Parral, Chihuahua y ciudad Juárez. La sangre que inundó los surcos que aramos con nuestros andares revolucionarios."

" Ya voy camino a mi patíbulo, mi último andar es un remedo, a mis veintiséis años la muerte me ha ganado la carrera. Estas muletas sostienen mi cuerpo dolorido, muy pronto partirá al confín lejano y desde ahí estaré mirando lo incierto del futuro de mi pueblo. ¡Cuánta gente! Mi muerte parece la feria de mi amado Satevó, aquel lugar hecho nudo en mis recuerdos de donde me trajeron prisionero y en donde quise cobrar cara la afrenta, ahorita en el mero final de mis finales me acuerdo que, arrastrándome, carabina en mano grité: “Si son mexicanos me entrego, si son gringos moriré peleando”. Ya escucho la primer campanada de las doce. Mi adiós al pueblo todo, a todos y a los que no han venido a verme morir, a los que están a mi derecha: hambrientos y harapientos que sé muy bien que están comiéndose las lagrimas. A los de la izquierda: señores biennacidos los preocupados por la paz para poder vivir de sus nuevos intereses, y a los del centro: primer pelotón de fusilamiento que ya se apresta a revivir el mandato del verdugo, y al pelotón extraordinario que está por si mi pecho no recibe en su seno la primera descarga."


Poco antes de las diez de la mañana llegó Pablo en muletas,con una camisa blanca,que seguro era prestada porque le quedaba grande.Se veia bastante enflaquecido y ojeroso,segundos después se paró estoico frente al paredón con un puro que nunca encendió,al preguntarle su ultimo deseo López contestó"dos ultimas gracias antes de morir: una cerveza y que se lleven al gringo, a ese que está ahí tomando fotos y ordenando con sus ojos: mi fin, mi muerte, su venganza,luego tiró su texana al suelo y el infame "preparen,apunten,fuego rompió el silencio.

El gringo volvió a tomar fotos en el preciso momento que recibia la descarga,cayendo inmediatamente sobre su costado derecho en un charco de sangre.El comandante se acercó a Pablo y con la .45 le dió en la frente el tiro de gracia.

De entre la multitud sus amigos y compañeros de armas gritaron enardecidos y con todas las fuerzas de sus pulmones"ahora comanselo perros"la multitud los coreó un buen rato y se retiraron a preparar su funeral.

Lo enterraron en el Panteón de Dolores,que fue invadido por amigos,familiares y amnistiados villistas."General Pablo Lopez,te hirieron las balas norteamericanas que ahora invaden nuestro suelo,pero te asesinó la ira del autócrata".

La legendaria escolta de Dorados de Francisco Villa.

Villa y los Dorados,estación de Zacatecas,Octubre de 1914.

La escolta de Dorados se empezó a formar a mediados de 1913,ya en la ocupación de Chihuahua se seleccionaron algunos grupos de las brigadas villistas que mayor número de hazañas habían consumado,y con ellos se organizó un escuadrón compuesto de tres secciones de treinta y dos pelaos cada una,con un capitán primero y un segundo en cada sección.

Ls misión especial de la escolta era proporcionar guardia al General Villa,donde quiera que se estableciera el cuartel general y servirle de escolta personal.En campaña y principalmente en los combates desempeñaba la misión de un cuerpo de ayudantes del comandante en jefe de la División del Norte,pero muchas veces fue lanzada como catapulta sobre el enemigo para coronar el éxito de una victoria.

También fue la escolta de Dorados una especie de "guardia de corps"del Centauro del Norte,integrada por hombres experimentados y valientes que trataban de superarse en las acciones de armas y de cuyas filas surgieron jefes de mucho prestigio,que prestaron inestimables servicios a la Revolución.

No se precisa como ni cuando a los hombres de la escolta de Villa se les llamó Dorados,las conjeturas sobre esto son variadas.Unos afirmaban que por las monedas de oro que derrochaban a manos llenas esos hombres a la hora de la victoria,otros que por los uniformes de clicot,que ceñidos por las repletas cananas de cartuchos ,como signos de multiplicar,se vislumbraban dorados por la acción del sol.Hay quienes afirman que se les llamó Dorados por la comparación con los plateados de El Zarco,novelizados por Altamirano.

Fuera por una u otra causa,lo cierto es que los Dorados todavia son célebres en México,.Eran escogidos directamente por el Gral Villa y cada uno de ellos tenia su acervo de hazañas y actos temerarios,de otra manera no se justificaba su alta en la famosa escolta.Se exigia de los hombres de la escolta,que además de disponer de excelentes armas y caballos,una puntería a toda prueba y ser jinete experimentado.
Como medio más eficaz de estímulo de esa selecta gente de armas,se les pagaba espléndidamente,gozaban de la absoluta confianza de Villa y estaban sujetos a la disciplina inherente de toda tropa bien organizada,sin llegar a la férrea y despótica disciplina de las tropas federales de la usurpación.

El General Felipe Angeles,hombre de vasta historia y reconocida carrera militar en Mexico y Europa,comentó en cierta ocasión que los hombres de los Dorados eran la mejor fuerza de caballeria que habia en Mexico en ese entonces,por su caballada,por su punteria,por su manejo admirable del corcel,volteándolo en una pata y descargando ferozmente sus pistolas.

Las hazañas de los Dorados asombraron a federales y militares extranjeros,sobre todo en esas ocasiones en que su temeridad los arrojó en ataques nocturnos a lazar ametralladoras del enemigo,ataques en los que perecieron,como es natural,alguno de ellos,pero que inclinaron la mayoria de las veces la balanza de la victoria a nuestro favor.

Los Dorados,siempre hombres de armas y a caballo,fueron indudablemente tan Centauros como el propio Francisco Villa.